El ciclismo rutero de Carchi es de muchos quilates a escala mundial

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Redacción Banco Pichincha
01 de diciembre 2020

Carchi tiene razones de sobra para ser una potencia del ciclismo de ruta a escala mundial. Todo se cimenta en la fortaleza y las cualidades físicas innatas de sus niños y jóvenes. Pero también en esa pasión que se hereda de generación en generación. Así quedó de manifiesto en la fiesta que se vivió al arribo de la cuarta etapa de la XXXVII Vuelta al Ecuador Banco Pichincha, en el sector La Estrellita, al sur de Tulcán.

El punto de partida ocurre cuando los niños, de 8 a 10 años, empiezan a colaborar con sus padres en el duro trabajo del campo. A diario, suben y bajan los cerros para ayudarles en los cultivos de papas a punta de pala y a cargar los bultos a hombros o al ir a dejar y traer al ganado. Eso reemplaza al trabajo de gimnasio, que deben cumplir los demás ciclistas para que sus cuerpos ganen fortaleza. Quizá sin ser conscientes, los futuros campeones forjan así sus primeros pasos.

En esa apreciación coinciden Hipólito Pozo, primer ganador de la Vuelta al Ecuador, y Horacio Hernández, entrenador del carchense Joel Burbano, vicecampeón de la Vuelta 2020.

Desde niños se preparan con tareas cotidianas. El ajetreo fortalece sus pantorrillas y piernas. Igual hacen trabajo de fuerza cuando cargan los sacos de papas sobre sus hombros.

Horacio Hernández, entrenador del ciclista Joel Burbano

Pedro Rodríguez, otro carchense que ganó cinco veces la Vuelta ecuatoriana y participó en los Juegos Olímpicos de 1996, suma otro factor: el de las caminatas diarias, de entre tres y cinco kilómetros, para ir y volver de las escuelas.

Lo cierto es que la mayoría de ciclistas exitosos de Carchi ha nacido en el seno de familias de estratos socioeconómicos bajos. Esos son los orígenes de Richard Carapaz Montenegro, Pablo Caicedo, Pedro Rodríguez, Juan Carlos Rosero (+), Estuardo Pailacho, Horacio Hernández…

Allí, en los campos, está a la mano esa madera a ser pulida y puesta al servicio del ciclismo de Ecuador y el mundo. De esa primera tarea se encargan los entrenadores locales, quienes los descubren en competencias para niños.

Astucia y dominio de la bicicleta, la "pinta" del futuro ciclista

Niños delgados y de baja estatura, con cuerpo aerodinámico, buen ritmo de pedaleo, correcta postura, dominio de la bicicleta y algo de astucia. En estas virtudes se fijan con su mirada aguzada los conocedores del ciclismo: “ahí es cuando decimos que este sí tiene ‘pinta’ de ciclista”.

Claro que antes que se suban a las bicicletas se les aplica un test básico de evaluación física, con pruebas de velocidad, fuerza y resistencia. Se mide la fuerza en brazos y piernas, mediante abdominales y saltos continuos.

Así fueron descubiertos grandes figuras como Richard Carapaz (campeón del Giro de Italia 1999), Jonathan Caicedo e incluso ciclistas como Jefferson Cepeda, Jhonatan Narváez y Jimmy Montenegro (flamante campeón de la Vuelta al Ecuador  Banco Pichincha). Estos tres últimos son oriundos de El Playón de San Francisco, provincia de Sucumbíos, pero con influencia directa desde el Carchi por su cercanía y las características de parajes andinos, propicios para que surjan los talentos.

Sus primeros pedaleos los dan en las diferentes escuelas o semilleros y clubes impulsados por ciclistas activos o ya retirados, como Sin Fronteras o Estrellas del Futuro (acoge a 50 niños y niñas). También funcionan en cantones como Huaca, Julio Andrade, San Gabriel y Tulcán.

Con la mirada puesta en Colombia

Cada padre de familia debe costear la bicicleta de sus hijos. Así lo ha hecho Xavier Bravo, quien suele acompañar a su pequeño de ocho años a los entrenamientos. Con sus ahorros o endeudándose, adquieren una bicicleta económica.

El anhelo de sus familias es que un día logren enrolarse a uno de los equipos de Colombia, país vitrina para los ciclistas ecuatorianos que quieren llegar a las grandes escuadras de Europa o Estados Unidos.

Antes deben superar el examen definitivo: pedalear cuesta arriba por rutas empinadas. Sí, otra ventaja de Carchi es que tiene escenarios naturales donde se forjan los mejores trepadores o "escarabajos" del ciclismo.

 

El Dato de La Vuelta


La prueba máxima para los futuros ciclista es recorrer 6.5 kms. hasta coronar en el menor tiempo posible la cima del cerro Guagua Negro, a 3.335 metros de altitud.

 

La hegemonía de los carchenses

El ciclismo en Carchi tiene una larga trayectoria y se remonta a 1968, cuando los hermanos Hipólito y Jaime Pozo ganaron la primera Vuelta a la República. Desde entonces, conservan su hegemonía en esta práctica deportiva.

Ese triunfo hizo que se desate una fiebre por el ciclismo entre los carchenses. Los Pozo no solo se convirtieron en referentes sino que apoyaron y facilitaron sus talleres mecánicos para que los jóvenes ciclistas preparen allí sus bicicletas.

Ahora, las jóvenes promesas dependen del apoyo de patrocinadores particulares; en especial, de aquellos que les conectan con equipos colombianos. Richard Carapaz, por ejemplo, estuvo en el Strongman-Campagnolo y Jonathan Caicedo, en el Team Medellín.

Este tipo de apoyo más el talento de los deportistas ha convertido a Carchi en tierra fértil de los grandes ciclistas. Eso hace que Hipólito Pozo, a sus 81 años, se sienta satisfecho por haber contribuido a que ellos sobresalgan en competencias como el Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España.

Motivado por eso, Pozo acudió a Olmedo, en Cayambe, y a la Mitad del Mundo para ser parte de la fiesta que vivieron los competidores, familiares, amigos y todos los aficionados al ciclismo durante los seis días de la Vuelta al Ecuador Banco Pichincha.