La consolidación de deudas, también conocida como refinanciamiento, consiste en reunir varias obligaciones en un solo crédito. Imagina que tienes tres tarjetas y un préstamo personal: con la consolidación, esas deudas se reorganizan en un nuevo crédito que las unifica, de modo que solo debes preocuparte por una cuota mensual, normalmente en condiciones más favorables que las que tenías antes.
Esto no significa que el banco pague tus deudas por ti. Lo que hace es reorganizar tus compromisos financieros bajo un nuevo esquema de pago, adaptado a tu capacidad económica.