Convertirte en inversor es sencillo si te das cuenta que ya tienes los recursos para hacerlo. Si eres de esos ahorradores decididos que mensualmente destina un monto de su sueldo o ingresos extra al ahorro, ahí están los recursos económicos que necesitas para tu primera inversión.
Antes de dar el siguiente paso, debes hacerte una pregunta crucial: ¿Necesito este dinero en el corto plazo? Cabe la posibilidad que, en poco tiempo, necesites usarlo para pagar una deuda pendiente. Si es así, es recomendable que primero tengas todas tus cuentas por pagar bajo control.
Si has hecho números y tus ahorros te permiten cubrir estos rubros y, además, destinar un monto para comenzar una nueva inversión, entonces ¡eres un potencial inversor!