Tulcán no tiene reconocimiento por su arquitectura urbanística, pero sí por su obra “Escultura en Verde”. Así se denomina a las figuras que sobre los árboles de ciprés se diseñaron en el cementerio local, bajo la autoría de José María Azael Franco Guerrero.
La poda ornamental se realiza todos los días y está a cargo de trabajadores municipales que aprendieron el arte de preservar las figuras trazadas hace 83 años. Jairo López lo hace desde hace 7 y Luis Paspuel desde hace 9 años. Así se conserva este patrimonio nacional, aseguran los obreros.
El paseo por la Avenida del Cementerio se complementa con tiendas de artesanías y cafés. Pero también con fotografías que ofrece José Pozo, quien trabaja en el lugar desde 1983. La producción de retratos de turistas junto a las esculturas decayó por la pandemia. Por eso lo reanimó el paso de la Vuelta al Ecuador Banco Pichincha, que impulsó la llegada de algunos viajeros. Aunque cree que lejos están aquellos días en que arribaban hasta 10 buses con visitantes, principalmente de Colombia, y le permitían hacer fotografías y generar ingresos.
Su pasión por este arte se complementa con su afición por el ciclismo. Guarda admiración por sus parientes Hipólito y Jaime Pozo, los primeros ganadores de la Vuelta Ciclística a la República, en 1966. El primero en la categoría élite y el segundo en novatos.