Niños delgados y de baja estatura, con cuerpo aerodinámico, buen ritmo de pedaleo, correcta postura, dominio de la bicicleta y algo de astucia. En estas virtudes se fijan con su mirada aguzada los conocedores del ciclismo: “ahí es cuando decimos que este sí tiene ‘pinta’ de ciclista”.
Claro que antes que se suban a las bicicletas se les aplica un test básico de evaluación física, con pruebas de velocidad, fuerza y resistencia. Se mide la fuerza en brazos y piernas, mediante abdominales y saltos continuos.
Así fueron descubiertos grandes figuras como Richard Carapaz (campeón del Giro de Italia 1999), Jonathan Caicedo e incluso ciclistas como Jefferson Cepeda, Jhonatan Narváez y Jimmy Montenegro (flamante campeón de la Vuelta al Ecuador Banco Pichincha). Estos tres últimos son oriundos de El Playón de San Francisco, provincia de Sucumbíos, pero con influencia directa desde el Carchi por su cercanía y las características de parajes andinos, propicios para que surjan los talentos.
Sus primeros pedaleos los dan en las diferentes escuelas o semilleros y clubes impulsados por ciclistas activos o ya retirados, como Sin Fronteras o Estrellas del Futuro (acoge a 50 niños y niñas). También funcionan en cantones como Huaca, Julio Andrade, San Gabriel y Tulcán.