La palabra ‘juice’ se utiliza coloquialmente en inglés para referirse a la energía eléctrica que se obtiene al cargar un dispositivo y ‘jacking’ hace mención al acto de apropiarse de algo. El juice jacking se traduce, por tanto, en un ataque cibernético en el que los hackers instalan un malware en las estaciones de carga USB de sitios públicos, para vulnerar los dispositivos, obtener información personal y bancaria y, finalmente, robar tu dinero o hacer compras fraudulentas.
En algunos casos, cuando los piratas informáticos tienen acceso a los dispositivos móviles, también utilizan el ramsonware, un tipo de ataque que se caracteriza por el secuestro de información para solicitar un monto de dinero como rescate.