La palabra malware proviene de la abreviación de su nombre en inglés: malicious software, es decir, programa malicioso, peligroso o malintencionado. Se le llama así a cualquier software cuyo objetivo es ejecutar acciones dañinas y peligrosas en un sistema informático sin conocimiento ni consentimiento del propietario. De esta manera, puede producir graves perjuicios personales y económicos a la víctima.
Antes de 1990, a este tipo de software se le conocía con el simple nombre de “virus informático”; sin embargo, los estudios profundos en seguridad informática y las características propias de este software permitieron que se le otorgue este nuevo nombre. Desde entonces, es posible también clasificar distintos tipos de ataques dentro de la misma categoría.