Es común confundir reciclar con reusar. Los usuarios o consumidores finales de un producto difícilmente podemos reciclar, ya que esto implica transformar el material, como algunos tipos de plásticos, en materia prima para crear algo nuevo. Así que usualmente son las empresas las que tienen la capacidad operativa para hacerlo.
En caso de que no puedas rechazar, reducir y reusar algo, es mejor enviarlo a reciclar, pero ten en cuenta que esto no es posible con todos los materiales ni tantas veces como se desee. Para darte una idea, los plásticos PET se pueden reciclar entre tres y cinco veces dependiendo del color. El papel puede entrar en un nuevo proceso alrededor de seis veces. Luego, todos estos materiales se convierten en basura. Únicamente el vidrio y el metal son reciclables al 100% y pueden procesarse las veces que haga falta.
Como ves, el reciclaje no es la solución a los problemas medioambientales, pero amortigua en cierta manera, y por un tiempo, el impacto que puede tener nuestro consumo. Por ejemplo, cada vez que se recicla 1 tonelada de papel, se salvan alrededor de 17 árboles. Pero lo que sí está en tus manos es crear un centro de acopio en casa en el que separes tus desechos en estas categorías:
- Plásticos
- Vidrio
- Metal
- Papel y cartón
Luego, puedes entregarlos a los recicladores y ellos se encargarán de continuar con el proceso correspondiente.