La estafa wangiri, también conocida como “la llamada silenciosa”, es una modalidad de fraude telefónico que utiliza números internacionales poco comunes para engañar al usuario. El truco consiste en hacer que el teléfono suene una vez y se corte de inmediato, generando curiosidad o preocupación para que la persona devuelva la llamada.
Al hacerlo, se activa una línea con tarifa especial, lo que genera cargos elevados en la factura del teléfono, muchas veces sin que el usuario lo note de inmediato. Los números marcados pueden ser seleccionados al azar o extraídos de bases de datos obtenidas de forma ilegal, lo que les permite alcanzar a miles de personas en pocos minutos y aumentar las probabilidades de éxito.