Si quieres comprarte un auto, pero eres de esas personas a las que le cuesta ahorrar porque compra impulsivamente, o de las que cuando gasta prefiere no ver cuánto le queda en la cuenta, entonces es hora de hacer algunos ajustes en tus finanzas personales. ¡Porque nada se consigue sin sacrificio!
Empieza por diferenciar los gastos fundamentales y los que realmente no lo son y da seguimiento a tus consumos. Para lograrlo, puedes guardar facturas y revisar periódicamente tus estados de cuenta, así como llevar un presupuesto mensual.