Los datos personales engloban cualquier información que identifique a un individuo. Va mucho más allá de simples datos como el nombre y la dirección; también abarca información más sensible, como números de identificación; detalles financieros, como el historial crediticio; contenido que publicas voluntariamente en redes sociales; e incluso patrones de comportamiento en línea. Todo esto se almacenan en internet, donde poco a poco vas construyendo tu identidad digital, una huella que difícilmente podrá desaparecer.
Al entregar tus datos cada vez que haces una compra, interactúas con una empresa y contratas sus servicios, estás autorizando el tratamiento de dichos datos. Un tratamiento adecuado permite a las compañías e instituciones ofrecerte servicios y productos que respondan a tus necesidades particulares, mientras te brindan también una atención personalizada.