Windows es el sistema operativo más atacado, no porque sea el más sencillo de vulnerar sino porque es el más usado y los ciberdelincuentes se centran principalmente en estos ordenadores, ya que la mayoría de los virus están hechos específicamente para estos equipos.
Si bien Windows es más frágil a los ataques informáticos, tiene mejores medidas de protección y un amplio catálogo de antivirus, programas y aplicaciones propias del sistema.