De la misma forma que un adulto puede caer en trampas y engaños, los niños son potenciales víctimas. Así como ocurre en las redes sociales, este espacio podrá ser visitado por menores de edad a partir de los 13 años... entre comillas. En este ambiente, los menores de edad se enfrentarían a personas desconocidas que, incluso, podrían ser productores de contenido para adultos. ¿Las consecuencias? Niños víctimas de grooming, que acarrea acoso, violencia verbal, discriminación, problemas de salud mental o daños físicos. Problemas que, definitivamente, tienen un impacto demasiado fuerte más allá de lo virtual.