La principal preocupación al perder la cartera o billetera, son las tarjetas y, por supuesto, el documento de identidad. En las manos equivocadas, la cédula se convierte en la herramienta ideal para la suplantación de identidad o falsificación de firma y, finalmente, el fraude.
La nueva cédula de ciudadanía electrónica incluye 3 niveles de seguridad basados en parámetros sugeridos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que es una agencia de Naciones Unidas.
- Chip: almacena todos los datos personales y sensibles del ciudadano, foto, huella dactilar y firma electrónica. Esta última tiene la misma validez de una firma manuscrita pero es mucho más segura, pues requiere introducir una clave cada vez que se usa. Además, asegura la autenticidad de los datos encriptados ya que es infalsificable gracias a su altísima complejidad matemática.
- Código de lectura QR: agilita la validez de los datos almacenados a través de aplicaciones de lectura que se pueden descargar en celulares.
- Código MRZ (Machine Readable Zone): es un código de lectura mecánica de 30 caracteres que almacena toda la información personal del ciudadano. Esta puede ser leída y verificada por los sistemas de seguridad aeroportuaria. Así, la cédula se convierte también en un documento de viaje similar al pasaporte.