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¿Por qué consume tanta agua la inteligencia artificial?

Redacción Banco Pichincha

16 de Junio 2025

Sostenibilidad

Tiempo de lectura: 3 min

La inteligencia artificial está usando cantidades alarmantes de agua. Cada vez que se entrenan modelos avanzados, como los de OpenAI o Gemini el consumo hídrico se dispara, ya que estos procesos requieren enormes recursos para su desarrollo y operación.  

 

Con la creciente demanda de IA, esta tendencia sigue en aumento, generando preocupación por su impacto ambiental. Descubre en este post por qué la inteligencia artificial se ha convertido en una tecnología sedienta.  

¿Qué es la inteligencia artificial? 

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que hace que las máquinas “piensen” como los seres humanos. Esto significa que pueden aprender, tomar decisiones y resolver problemas por sí solas. Por ejemplo, cuando usas un asistente virtual o haces preguntas a un chatbot, estás usando IA.  

 

Funciona alimentando a las computadoras con muchísimos datos para que reconozcan patrones y puedan responder de forma inteligente. Es como entrenar a un robot para que aprenda viendo ejemplos, hasta que logra hacerlo por su cuenta. 

¿Qué relación tiene la IA con el agua? 

Cada vez que usamos herramientas como ChatGPT o generamos imágenes con IA, se activa una compleja red de modelos de aprendizaje profundo (Deep Learning) que requieren una enorme cantidad de datos y potencia de cómputo. Para operar, estas tecnologías dependen de grandes centros de datos que trabajan sin parar, día y noche.

 

Todo ese procesamiento genera calor, y para evitar que los servidores se sobrecalienten, se utilizan sistemas de refrigeración que consumen grandes cantidades de agua. Este uso intensivo ha llevado a que la IA tenga también una, huella hídrica, es decir, un impacto directo en el consumo de agua limpia. En algunos casos, puede superar los 700.000 litros solo para mantener operativos los centros de datos. 

6.436 millones

 de litros de agua al año consume un solo centro de datos que opera modelos como GPT-4, según un estudio de la Universidad de California. Incluso realizar entre 5 y 50 preguntas a ChatGPT puede gastar hasta medio litro de agua.

 

Esta cifra, que crece con la expansión de la inteligencia artificial, evidencia un costo ambiental poco conocido: el impacto hídrico de la tecnología. En un planeta cada vez más afectado por la escasez de agua, es urgente repensar cómo se usa y se desarrollan las herramientas digitales. 

Cómo reducir el impacto ambiental usando IA 

Aunque como usuario no puedes cambiar cómo operan los centros de datos ni decidir de dónde proviene la energía, sí puedes tomar decisiones más conscientes al interactuar con herramientas de inteligencia artificial. Aquí te damos algunas formas de reducir tu impacto ambiental sin dejar de aprovechar la tecnología. 

  • Haz preguntas claras y específicas: evitar consultas repetidas o mal formuladas ayuda a reducir el procesamiento innecesario.
  • Utiliza la IA cuando realmente la necesites: no todo requiere una consulta a un modelo complejo. A veces, una búsqueda simple es más eficiente.
  • Usa modelos de IA de empresas con compromiso ambiental: Google, por ejemplo, ya reduce el consumo energético de sus centros de datos con IA (hasta un 40% menos en refrigeración) y alimenta parte de sus operaciones con energía solar y eólica, mientras trabaja para operar 100% libre de carbono en 2030. 

Bonus

En solo cinco días, la creación masiva de imágenes estilo Ghibli con IA consumió más de 216 millones de litros de agua. La imaginación no tiene límites, pero el planeta sí. Crear con conciencia también es parte de la magia. 

La inteligencia artificial es una aliada clave en la automatización de tareas, la toma de decisiones y la eficiencia en múltiples industrias. Pero como toda herramienta poderosa, también requiere responsabilidad. Entender su impacto ambiental no significa rechazar la tecnología, sino usarla con mayor conciencia.