Muchas personas tienen tarjeta de débito y crédito y, frente a una compra, no están seguros cuál les conviene utilizar. El uso regular de tu tarjeta de crédito es ideal para construir un historial crediticio sólido, pero la tarjeta de débito también resulta muy conveniente en un sinnúmero de ocasiones. ¡Veamos!
A continuación, te presentamos en qué situaciones podría ser más conveniente optar por la tarjeta de débito:
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Ideal para los cazadores de ofertas: aprovecha descuentos especiales y ofertas que algunos establecimientos solo brindan a quienes pagan con tarjeta de débito. Es una manera inteligente de ahorrar dinero en tus compras habituales.
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Práctica para las compras pequeñas: ¿estás en una farmacia por un par de aspirinas y una bebida? ¡No te endeudes por eso! Mejor paga con tu tarjeta de débito.
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Evitar cargos de intereses: se acerca la gran fiesta de la oficina y quieres un outfit hermoso y perfecto para lucir increíble, pero ¿con qué lo pagarías? Si estás planeando una compra específica y no muy costosa, la tarjeta de débito puede ser tu mejor opción, ya que diferir su pago puede conllevar cargos de intereses que no quieres.
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Controlar detalladamente los gastos: para quienes desean una gestión detallada de sus finanzas, la tarjeta de débito ofrece un control más preciso de los gastos mensuales. Evita sorpresas a final del mes y mantén tus ahorros intactos.
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Compras de artículos perecederos: al adquirir productos perecederos como víveres, optar por la tarjeta de débito es una sabia elección. Evita diferir gastos a largo plazo para artículos que se consumen rápidamente.
En resumen, tu tarjeta de débito es una herramienta valiosa para simplificar tus transacciones diarias y mantener un control eficiente de tus finanzas. ¡Aprovecha al máximo sus beneficios y haz que cada compra cuente!