Llegados a este punto te preguntarás ¿por qué preocuparme de eso ahora? La respuesta es sencilla: porque cuando llegues a los 60 será demasiado tarde... ¡incluso a los 40!
Entrada la tercera edad lo único que querrás es tener la certeza de que tus finanzas te mantendrán tranquilo y holgado las próximas décadas. Ya no estarás trabajando y es probable que tu billetera tenga que soportar algunos gastos adicionales, como un seguro médico más completo, atención médica continua y recetas para esos pequeños malestares que puedan aparecer.
Por otro lado, y viéndolo desde una perspectiva más positiva, seguramente querrás dedicarte a ese pasatiempo que amaste toda la vida y que con el trabajo dejaste atrás, tal vez quieras emprender un pequeño negocio o viajar por el mundo. ¡Para eso la educación financiera será tu mejor amiga!
En conclusión, con los conocimientos adecuados lograrás planificar tu futuro desde ahora, sin prisas, con una dirección clara y sabiendo lo que quieres desde el principio.