Cuando una persona fallece con deudas, ya sea en tarjetas de crédito o préstamos, hay que gestionar el trámite directamente con la aseguradora para aplicar el seguro de desgravamen. Una vez entregados todos los requisitos, la aseguradora se comunica con el banco y cubre la deuda en un plazo máximo de un mes.
En el caso de las tarjetas, es clave confirmar si el titular tenía contratado un seguro de desgravamen, ya que solo así la deuda queda cubierta y no pasa a los herederos. Por eso, al solicitar la certificación de saldos en la agencia, también es recomendable pedir información sobre si el fallecido contaba con este seguro en sus tarjetas de crédito.