La gratificación inmediata es el impulso de querer obtener algo de manera instantánea, sin considerar los beneficios a largo plazo. Esto te lleva a tomar decisiones impulsivas, como comprar lo que deseas al momento, en lugar de esperar una recompensa mayor y más beneficiosa en el futuro.
En las finanzas personales, este sesgo puede hacerte gastar en cosas innecesarias o endeudarte por satisfacer deseos momentáneos. Un ejemplo claro es usar tu tarjeta de crédito para comprar un celular nuevo, aunque el actual aún funcione bien. Optas por la satisfacción inmediata sin pensar en el impacto a largo plazo en tus ahorros.