Y en una historia menos romántica del héroe y el villano, se encuentran las falsas empresas de envío de dinero, conocidas como remesadoras. Resulta que, navegando en internet, encuentras una empresa que solo opera en línea y que ofrece tarifas muy convenientes y tiempos ágiles. Parece que todo está en orden, creas una cuenta en el sitio web, haces el envío de dinero a tus familiares en Ecuador y listo. Satisfecho con tu audacia, solo esperas pacientemente a que el dinero llegue a las manos de tus seres queridos, pero este brilla por su ausencia. Tratas de contactar a la empresa a través de correo electrónico y llamadas telefónicas, pero de esta ya no queda ni el polvo. ¡Sí, fuiste timado por el lobo vestido de oveja!